Hijo de migrantes italianos, Corso pasó la mayoría de su infancia en orfanatos, pues su madre lo abandonó al nacer y su padre huyó en repetidas ocasiones. A los 17, fue condenado a tres años de prisión, donde descubrió la poesía y se convirtió en uno de los mentores de la Generación Beat.
Además de su célebre poesía, Corso escribió la novela The American Express (1961), así como piezas de teatro y textos sobre arte contemporáneo. Barbas Poéticas presenta una selección de poemas extraídos del libro Gasolina, teñidos del caos y la desolación.
Ciudad de México, 18 de abril (BarbasPoéticas).- Hijo de migrantes italianos, Gregory Corso nació el 26 de marzo de 1930 en Nueva York. Corso pasó la mayoría de su infancia en orfanatos, pues su madre lo abandonó al nacer y su padre huyó en repetidas ocasiones. Luego fue enviado a una casa de acogida para jóvenes, de la cual escapó.
A los 17 años de edad fue condenado a tres años de prisión por verse envuelto en el robo de una radio. Durante ese tiempo fue un ávido lector en la biblioteca de la cárcel y comenzó a escribir. Desde entonces se dedicó a la poesía y se convirtió en uno de los mentores de la Generación Beat.
Los poemas “The vestal lady on brattle” (1955), “Gasoline” (1958) y “The happy birthday of death” (1960) le dieron popularidad. Entre sus poemas más célebres figura el soneto satírico “Bomba”, escrito en forma de nube atómica. Además es autor de la novela The American Express (1961); así como piezas de teatro y textos sobre el arte contemporáneo.
En esta ocasión, Barbas Poéticas, presenta una selección de poemas de Gregory Corso, extraídos del libro Gasolina, “cuyo contenido iba desde las rimas descriptivas hasta un lenguaje oscuro y provocador. Poética del caos y la desolación, a mitad de camino entre la ironía sangrienta y la crítica social sin blanco muy preciso”, de acuerdo con el diario El País.
EL LAMENTO DE ZIZI
Estoy enamorado del mal de la risa
Me haría mucho bien si me diera
He vestido los espléndidos vestidos del Sudán
he cargado las magníficas halivas de los Hnos. Boudonin
he besado a las Fátimas cantadoras del padrote de Adén,
he escrito salmos gloriosos en el café de Hakhaliba,
pero nunca tuve el mal de la risa
entonces ¿de qué sirvo?
El gordo mercader me ofrece opio, kief, hachís,
incluso jugo de camello…
todo es insatisfactorio…
¡Oh maldita noche amarga! ¡Tú otra vez! ¿Aún debo
arrancarme los dientes irreales
desvestir mi ser incapaz de reír
poner a dormir esta cabeza melancólica?
No soy nada sin el mal de la risa.
Mi padre la tuvo, mi abuelo la tuvo;
seguramente mi Tío Fez la tendrá pero yo, yo
a quien le haría el mayor bien,
¿alguna vez la tendré?
HOLA…
Es desastroso ser un ciervo herido.
Soy el más herido, los lobos merodean,
y también tengo mis fallas.
¡Mi carne está atrapada en el Gancho Inevitable!
De niño vi muchas cosas que no quería ver.
¿Soy la persona que no quería ser?
¿Esa persona que habla consigo misma?
¿Esa persona de la que los vecinos se burlan?
¿Soy quien, sobre escalones del museo, duerme de costado?
¿Visto las ropas de alguien que falló?
¿Soy el tipo loco?
En la gran serenata de las cosas,
¿soy e pasaje más omitido?
TRES
1
El cantante callejero está enfermo
agachado junto al portal, se agarra el corazón.
Una canción menos en la noche ruidosa.
2
Del otro lado de la pared
el jardinero viejo planta sus tijeras de podar
Un nuevo joven
ha venido a cortar el seto
3
La Muerte llora porque la Muerte es humana
se pasa todo el día en una película cuando llora un niño.
TENGO 25
Con un amor una locura por Shelley
Chatterton Rimbaud
el ladrido-necesario de mi juventud
se ha ido de oreja a oreja:
¡ODIO A LOS POETAS VIEJOS!
Especialmente a los poetas viejos que se retraen
que consultan a otros poetas viejos
que hablan de su juventud en susurros,
dicen: -yo hice eso entonces
pero eso fue entonces
eso fue entonces
Oh yo calmaría a los viejos
les diría: -Soy tu amigo
lo que una vez fuiste, a través de mí
lo volverás a ser…
Luego de noche en la confianza de sus hogares
Arrancaría sus lenguas-apología
y robaría sus poemas.
EXTRAÑO A MIS QUERIDOS GATOS
Mis manos coloradas de agua están sin gatos ahora
aquí sentado solo en la oscuridad
mi cabeza conforma de ventana se inclina con tristes cortinas
Estoy sin gatos casi cerca de la muerte
Detrás de mí cuelga en la pared mi último gato
Muerto por mi mano hinchada de alcohol
Y en todas las otras paredes del ático al sótano
cuelga mi triste vida de gatos.
ANOCHE MANEJÉ UN AUTO
Anoche manejé un auto
sin saber manejar
sin tener un auto
Manejé y noqueé
a gente que amaba
…iba a 120 por el pueblo.
Me detuve en Hedgeville
y dormí en el asiento trasero
…emocionado por mi nueva vida.